La experiencia de realidad virtual de la Universidad de O’Higgins consistía en recorridos por ambientes a través de los cuales es posible conocer la relación de los seres vivos, con su medio, los cambios climáticos, sus causas y los efectos en la salud y vida del planeta.

Para ello se modelaron distintos personajes, entre ellos el «Camptosaurio», al que se le dió vida mediante técnicas de modelado 3D, aplicación de texturas de color y volumen, rigging y animación.